jueves, 8 de enero de 2009

Éste que ves


"El niño de esta historia se resiste a contarla. Antes que darle un sitio en su memoria, preferiría darle sepultura. Cuando menos lo espera, ya está inmerso en un juego trepidante que le permite todo... menos dejar morir una historia. Se trata de salvarla, ése es el juego.


No es que la infancia sea en sí difícil, sino que sus fantasmas resultan invencibles y sus muros -horror- inexpugnables. En un proceso inverso al exorcismo, el autor se transforma en personaje, el retrato en fantasma, la cicatriz en tinta: "Se escribe, igual que se ama o que se vive, porque no queda más alternativa, ni se ve escapatoria tolerable."

Acabo de leer uno de esos libros que los haces tuyos. Xavier Velasco nos vuelve a subir a su corvette amarillo con Éste que ves, donde nos transporta a su niñez y porque no? A la nuestra también. A una niñez solitaria, llena de inseguridades, temores y fracasos.

Nos habla de un niño torpe, tímido, incapaz de destacar en cualquier ámbito y que se refugia en la escritura, en hacer historias para escapar del mundo, de ese mundo que tanto lo atormenta por ser quien es y encuentra en la escritura un juego para tolerarla, para salir por un momento de esa realidad, para encontrar la salvación de ese mundo "Escribiendo entro y salgo de la cárcel cada día que se me antoja, y puedo hasta salvarme de la horca sin que nadie me llegue a tocar. "

Para el, la escapataroria fue escribir, y para mi?

Para mí que fue? "La infancia es una vida tan extensa que la gente la olvida con tal de no tener que llevarla a cuestas". Como escape yo a esa niñez marcada x la separación de mis padres? cuando comencé a ser simpatizante de la soledad, cosa que te lleva y generan muchas cosas como burla, odio y demás cosas que hacen los niños por eso, por ser niños, después de la separación no volví a ser el mismo, Refugiándome en una burbuja en la que solo yo podía entrar, en la que podía ser también quien yo quisiera que fuera.

Fue de la lectura de donde yo me agarre para soportar eso, leer me ayudo a transportarme a lugares insospechados, olvidándome de los problemas que circulaban todos los días. "Leemos y escribimos por la misma razón que la gente se tira de un avión: nos urge ya meternos en problemas; como si una ruleta clandestina, ratonera inclemente, resplandeciese a lo ancho del horizonte"

Xavier Velasco derroto al niño cobardón al aventarse al vacio, al escribir. Con el tiempo haría lo mismo con el mío y al igual que Xavier también lo perdone y a veces sigue ahí, presente, para recordarme de donde vengo y lo que me costo hacerlo.

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